Dare To Dream (1D) (Andrea)

VAS HAPPENIN' LOVELY GURLIES!!!
Me llamo Andy, tengo 14 años y soy una española escritora amante de la buena música y los interesantes libros. Tengo un blog en el que empecé con mis primeros pasos hacia el mundo de la escritura de fan-fics, en estos momentos tengo 4 novelas todas ellas sobre 1D, pero mis amigas y yo decidimos hacer este blog para publicar nuestras novelas juntas así que pondré aquí mi última novela la cual está teniendo mucho éxito, llamada Dare To Drem (Atrévete a soñar). Pero si queréis leerosla hasta donde tengo o ojear mis otras fics ir a>>>> www.dareto1dream.blogspot.com 
Muchas gracias Xoxo :)


PRÓLOGO-> Dare To Dream (DTD)
Charlotte Brown es hija del increíble productor musical Adam Brown de Inglaterra, uno de los más aclamados en su dominio y su madre Katherine, sencillamente es un buen recuerdo en la memoria de Chloe. Ella es una simple chica de diecisiete años que asiste a la escuela Mayority School of Doncaster. No es una nerd, tan solo no le gusta socializarse demasiado con la gente por todo su pasado, y para los demás es un blanco fácil de insultos y bromas, las únicas dos personas que no la fulminan con la mirada o la amenazan son Andy, su mejor amiga de toda la vida y Louis Tomlinson su casi hermano. Sus padres son enemigos del suyo, pero antes de la muerte de Katherine eran íntimos así que Louis y Chloe hicieron muy buenas migas desde pequeños, cuando ambas familias se distanciaron por problemas, hasta hoy no explicados para Chloe, Louis y ella ya tenían una fuerte amistad que era ya tarde de romper. ¿Qué tienen en común ambos? Un sueño. Louis canta desde que Chloe tiene uso de razón y su mayor sueño sería estar algún día llenando estadios de miles de fans que aclamaran su nombre, el de Chloe, convertirse en una de las más aclamadas bailarinas de la generación, ¿el problema? Su enfermedad. Pero para cumplir sueños, hay que atreverse a soñar.
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Comentadme siempre que podáis, preguntadme dudas o dadme sugerencias, me encanta leeros y siempre os respondo. Xx :)


CAPÍTULO 1

Las manecillas del reloj no se mueven, llevo diez minutos sumergida en él, pero parece como si el tiempo no pasara. A lo lejos oigo el murmullo de la explicación del profesor de 'Literatura' y la verdad no tengo muchas ganas de engancharme ahora a la charla por lo cual sigo mirando el reloj que parece haberse congelado.
Al fin suena el timbre, fin del día. Cojo mi mochila y como un rayo salgo de la clase. Mi taquilla está a unos diez metros de esta aula, cuando llego Andy me está esperando. Ella es alta, no hace falta que lleve tacones, su cuerpo en como el de las Barbie´s, pero a diferencia de ellas Andy tiene cerebro. Su melena oscura se ondula en las puntas y sus ojos verdes como el mar matan a cualquiera. La verdad no parece mi amiga, somos completamente distintas, yo mediré como máximo 1.60, mi pelo no llega más allá de mis hombros, mis ojos son de un tono marrón aburrido, y mi cuerpo, bueno de eso tal vez no puedo quejarme, llevo desde los tres años bailando, el ballet es como mi escapatoria, mi lugar donde de verdad puedo destacar, puedo ser yo y no tengo miedo a nada, y claro la danza te tonifica, pero por el resto soy del montón.
-Hola pequeñaja- Me saluda con su deslumbrante sonrisa, yo le devuelvo otra.
-Hola. ¿Qué tal el día?- Abro mi taquilla y meto los libros que no voy a utilizar y saco mi bolsa.
-Aburrido, como todos. Además tengo examen mañana, estoy muy deprimida.
-Bueno, no te agobies, lo aprobarás seguro. Te invito a comer para animarte.- La propongo mientras me mira con un toque de tristeza en sus ojos.
-No puedo Chloe, tengo que estudiar, por eso he venido. Me voy a quedar en la biblioteca, no te acompaño hoy a casa. ¿No te importa verdad?
-Ah, no en absoluto.
-En serio Chloe, si quieres...




-Que no de verdad Andy, es solo ir a casa, no me va a pasar nada por ir sola.- Cierro la taquilla con más fuerza de la que deseaba y me marcho hacia la puerta de salida.
Entiendo que no soy popular en mi instituto, bueno en ningún otro lado, pero eso no quiere decir que sea una niña inocente. Todos me tratan como si no pudiera estar sola, como si el tener diecisiete años en mi fuera tener cuatro de mentalidad, pues no. Y este es una de las consecuencias de que te hagan bullying, que todos sientan pena por ti, a veces me molesta demasiado.
Camino por la acera mirando mis pies. Me deprime mucho mirarlos, es como si discriminara mi pie izquierdo por tener la enfermedad, o como yo lo llamo, 'el obstáculo'. Hace unos tres años me diagnosticaron 'sordera del pie izquierdo', en otras palabras, las señales que mi cerebro manda el pie no las recibe o no las interpreta. Andar, antes era un reto, ahora ya no es un problema, puedo moverme con facilidad, pero el baile aún es mi meta pendiente. Llevo la danza tatuada a fuego en mi ser, sin ella no puedo vivir, mi vida no tendría sentido, así que esta enfermedad es el obstáculo que me impide vivir, de ahí mi apodo a la enfermedad.
Cuando levanto la vista ya estoy frente a mi casa. Grande, blanca.. da miedo. Bueno, solo a mí me lo da. Posiblemente tenga la mejor casa de todo el instituto, es grande, con jardines, piscina, muchas habitaciones... pero cuando la mayoría del tiempo que pasas en esa casa es sola, da miedo. Desde que mi madre, Katherine, murió de un infarto al corazón, mi padre siempre está de "viaje de negocios" con su empresa. Posiblemente alguna vez sea verdad, pero no siempre lo es. Cuando mi madre murió yo tenía once años, lo que mi padre creyó que era la edad suficiente como para estar sola, de lo que mi padre no se da cuenta es que cuando paso semanas sola en esta enorme casa el aburrimiento da que pensar, que investigar, y no sabe que yo se la verdad, el motivo de sus viajes. 
>Lo único que ataba a mi padre a este barrio de gente normal, clase común como los califica él, era mi madre. Cuando ella se fue, nada le impedía irse, pero claro no es bueno abandonar a su hija, no por él, por ser padre, sino por aparentar, eso le hundiría su reputación, así que lo compagina. Él conoció a otra mujer, idéntica a mi madre, ¿casualidad? No lo creo. Esta mujer vive en la zona rica de Inglaterra, Londres, donde él trabaja así que se va de "viaje de negocios" a estar con ella, y algún fin de semana como mucho una quincena al mes se pasa por aquí a jugar a ser papá.
Le odio. Muchísimo. Él y yo nunca tuvimos una buena relación, para que mentirnos. Cuando veo videos de cuando era pequeña distingo su sonrisa falsa, cuando está conmigo no presta ni un segundo de su apestosa vida, ¿para qué? Sería malgastar su valioso tiempo. Y la gota que colma el vaso fue aquel catorce de agosto, el día de la muerte de mi madre, él estaba en su empresa y sabiendo que yo estaba sola no se digno ni a presentarse al funeral, ni por mi ni por mi madre. Eso nunca se lo perdonaré.
Nunca.
En cambio, él hace como que no ha pasado nada, solo me ignora se hace el indiferente y si hay invitados se pone su máscara de falsedad y intenta ser el padre que me ha faltado toda la vida.
Abro la puerta, no se si hoy estaré sola. Creo que lo prefiero, al menos sola no tengo que pensar en él, en mi madre, en mi vida en general. Pero para mala suerte está. Sentado en el sofá leyendo el periódico. Solo me limito a dejar la mochila en la entrada.
-Hola Chloe.- Me saluda. Paso por delante suya para subir a mi habitación.
-Hola.
-¿Qué tal el día?
Hace tiempo que me hace gracia que me pregunte eso. Puedo contarle mil historias, que me han violado, que ha estallado la tercera guerra mundial incluso que he visto a mi madre en clase que nunca me hace caso, solo asiente con la cabeza y dice "Me alegro hija".
-Bien.
-Me alegro hija.- ¿Me equivocaba?
Subo corriendo las escaleras hasta mi habitación. Es grande, con una enorme cama de matrimonio solo para mí, me desplomo en ella. Tantos lujos, ¿para qué? Se creerá que así me conformo, pero no. Pongo la música alta, 'Let Her Go' de The Passengers. Me deshago de los zapatos y me acomodo en la cama. No tengo mucha hambre, así que me quedo cantando la canción.
De repente llaman a la puerta, me asusto y pasa mi padre. Bajo la música pero me quedo tumbada boca arriba, no puedo mirarle, me cuesta mucho. 
-Chloe, esta tarde tengo que marcharme a... a un viaje de negocios. Vamos a entrevistar a una futura estrella pop.
-Vale. ¿A qué hora te marchas?
-A las cinco salgo de casa. ¿No me vas a preguntar quien puede ser?
-Okey. No, pero si quieres contármelo adelante.
-Al hermano de Justin Bieber.
-Me alegro. ¿Hay comida o pido pizza?- No quiero interesarme por su vida, total él no lo hace con la mía.
-Yo ya he comido, creo que queda algo. Hazte una ensalada, la pizza es pura basura.
Me incorporo en la cama y le miro, creo que mi mirada representa toda la furia que recorre mi interior en estos momentos.
-¿Me vas a decir tú ahora lo que es mejor para mí?- Respondo enfadada. Me mira confuso.
-Está claro, soy tu padre.- Ahora quiere jugar a los papas, demasiado tarde.
Se da la vuelta y agarra el pomo de la puerta, al irse susurra.
-No sé que hice mal contigo.
La furia empieza a brotar en mis mejillas, el odio es como un gran agujero que arrasa por dentro de mí,  cada día más fuerte, cada día duele más. Tiro un cojín a la puerta y vuelvo a subir la música a todo volumen para desorientarme, y perder el control por unos momentos.
Son las cuatro y media cuando vuelvo a mirar el reloj, solo media hora y volveré a estar sola en casa. Bajo las escaleras y me voy a la cocina, miro en la nevera y veo una pizza congelada así que la meto al horno. Mientras se hace me siento en la encimera y espero jugueteando con el móvil. 
Andy, apodo que la puse con ochos años, está en línea. No quiero volver a dormir sola, hoy no al menos así que la invito a dormir, acepta sin pensarlo dos veces, y empiezo a sonreír como una tonta.
-¿Con quién hablas que estás tan contenta? ¿Con tu novio?
No le respondo, es más le ignoro por completo.
-O vamos era una broma, eres tan orgullosa como tu madre y eso no es bueno.
Le vuelvo a mirar como si pudiera matarlo con la mirada, aunque sé que es imposible. Parece arrepentirse y se da la vuelta. Oigo un par de pasos y un portazo, al fin se fue de mi vista durante unos días, o semanas quién sabe.


Estar tirada en el sofá es lo mejor del mundo, vaguear es uno de mis hobbies. Llaman a la puerta de repente. Son las seis y media Andy aún no puede ser, hemos quedado a las ocho.  Me levanto del sofá a todo mi pesar y me voy a la puerta. Mientras ando me examino de arriba a abajo, unos calcetines gordos super calentitos, un pantalón de deporte gris, una camiseta azul marino y una coleta alta, diferente. No me gusta ser lo que todo el mundo espera de mí, ser otra Barbie de fábrica creada por esta sociedad, yo no soy así y no lo seré jamás.
-Hola mi pequeñaja.- Me saluda Louis con una sonrisa mientras me revolotea el pelo. Le sonrío.
-Hola Boo. Pasa.
-Que sexy vas ¿no?- Le saco la lengua.
Él va tan cool como siempre. 
Louis tiene 21 años, cuatro más que yo, pero eso nunca nos importó, él es popular, viste a la moda, tiene millones de amigos, todos le conocen y es adorable, yo soy todo lo contrario, marginada, mi lista de amigos entra en un Post-it, y de adorable tengo poco tengo una cara común, pero míranos somos amigos y nos da igual lo demás.
-Yo siempre estoy sexy, ¿lo dudabas?- Se sienta en el sofá y me quita las palomitas que estaba comiendo. Me siento a su lado y pongo las piernas sobre su regazo.- Oye yo estaba comiendo eso.
-Ahora lo estoy comiendo yo. Por cierto, ¿tu padre?
-Adivina.- Resoplo indiferente.
-Es que tienes que hacerme caso Chloe, deberíamos alquilarnos un apartamento tú y yo y así te olvidarías del gilipollas de Adam, vamos tu padre.
-Louis si me fuera no te obligaría a ir, tú tienes una familia que te quiere y que no puede estar sin ti, ¿para qué vendrías?
-Porque eres mi mejor amiga y siempre estás sola, si te mudaras a otra casa estarías igual que aquí y yo no quiero eso.- Se mete un puñado de palomitas en la boca y sigue hablando- Quiero que seas feliz y si puedo, no te voy a dejar sola.
Empiezo a reírme mucho, verle hablar con la boca llena de palomitas y que de repente se le escape alguna es destornillante. 
-¿De qué te ríes?- Me pregunta fingiendo estar enfadado. Controlo mi risa y hablo.
-De ti y de tus palomitas, que por cierto, se te están escapando todas. ¿Qué pasa, que comes por otro lado que no sea por la boca?- Finge estar enfadado pero se le escapa una risa que me hace explotar y reírme a carcajadas.
-Ale, ya me he enfadado. Te vas a enterar.- Y empieza a tirarme palomitas mientras me río a más no poder.- ¡Guerra de palomitas!- Exclama con una sonrisa juguetona e infatiloide.
Empiezo a patalear mientras le tiro alguna palomita que veo tirada por el sofá, hasta que sin saber ni como ni por qué acabo en el suelo pero sin parar de reír.
-¡Au!- Grito entre risas.
Estoy tirada en el suelo, con la cabeza atrás riendo a carcajadas cuando siento un peso encima, es Louis. Me coge de la barbilla y al cruzar miradas le veo más cerca de lo que me esperaba. Sus brazos están uno a cada lado de mi cabeza y le sostienen, son fuertes, se nota que visita el gimnasio. Le miro a esos ojos verdes azulados, grandes, preciosos, me intimidan y estar bajo su cuerpo tan poco ayuda, me siento pequeña, inocente , pero por alguna extraña sensación me gusta.
-Esa es la sonrisa que quiero ver.- Y me besa la frente.

Fin del capítulo
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CAPÍTULO 2
"Confesiones"
A Louis siempre le gustó mi sonrisa, pero le privo demasiado de verla. Se levanta lentamente y me ofrece la mano, me levanto a su lado.
-¿Qué tal va la rehabilitación del obstáculo?- Me pregunta mientras se vuelve a sentar en el sofá, yo me quedo de pie.
-Bueno, me ha dicho el fisioterapeuta que dentro de unas semanas podré empezar a hacer ejercicios para bailar, como pequeños movimientos, para ver como reacciona.
-¿En serio? Chloe eso fantástico, puedes volver a bailar.
-Tampoco es eso Lou- Me siento en el brazo del sofá y miro el pie- Solo serán pequeños movimientos.
-Chloe, tú más que nadie sabes que el baile se basa de pequeños movimientos, además de algo se empieza, ¿no?
-Sí, pero me da miedo, y si en los ejercicios mi pie no reacciona, y si no puedo bailar nunca más... es lo único que me queda Louis.
-Chloe se moverá, tranquila. Y no es lo único que te queda, siempre me tendrás a mi.- Me mira a los ojos, no me gusta que lo haga, me intimida.- De todas formas si te sientes mejor, puedo acompañarte a los ejercicios.
-Sí, por favor.- Le suplico.
-Vale no te preocupes te acompañaré. Pero confía en ti misma, en tu pie, y en tus ganas de volver a bailar. Imagina por un momento volver a moverte entera, sentir como vuelves a vivir la música, como vuelves a disfrutarla- Sus finos dedos empiezan a acariciar mi obstáculo, por encima del calcetín hasta que se deshace de él y noto sus frías yemas haciendo círculos sobre mi pie, mi tobillo...- Tú solo déjate llevar y lo conseguirás.
Pierdo el hilo de su conversación y me centro en el camino que recorren sus dedos. Por un momento me hace sentir como que el obstáculo vuelve a formar parte de mí, como si pudiera manejarlo a mi antojo. Sus dedos no paran hasta que mi pie se mueve. No involuntariamente. Lo he movido yo. He querido moverlo. Se ha movido.
-Oh dios mío Louis, lo he movido yo.- Retira sus dedos del pie y me mira con sus ojos abiertos, alucinando. Creo que yo estoy igual.
-Madre mía Chloe.- Se lanza a mis brazos mientras me abraza- Es fantástico, ya puedes moverlo.
-Bueno solo ha sido una vez, tampoco quiero ilusionarme.
-Vale, pero es un buen comienzo pequeñaja.- Vuelve a abrazarme y noto como se acerca a mis oídos- Te quiero.- Me susurra.
Mis músculos se tensan y me paralizo, aunque no me suelta. Sé que es mi amigo pero no me esperaba que me susurrara eso. Se despega de mí y me mira, después baja la mirada como si se avergonzara de lo que ha dicho, pero no debe, de vez en cuando me gusta escucharlo y saber que aún hay gente que siente eso por mí, aunque sea por ser amigos.
-En fin... ¿sabes que Amy da una fiesta el sábado? Por ser el comienzo de curso.- Dice cambiando de tema.
Agg Amy... Es la típica tonta que todos tenemos a nuestro alrededor. Tiene 19 años, dos más que yo, aunque mentales yo no la echo más de cinco. Va a mi curso, sí es repetidora. Es fea, horrorosa, tiene unos tirabuzones multicolores, es adicta al tinte, demasiado, alta y aún así siempre lleva plataformas, viste raro, es la única palabra con la que la puedo calificar, y para colmo es la chica que no duda dos segundos en humillarme, insultarme o agredirme, y recalco lo de agredirme, hace dos años en un recreo del instituto llegó y me pegó hasta que en mi cara solo quedaba sangre y moratones, solo porque la había superado en las notas finales, es una matona en toda regla, pero una matona diferente, no viste de negro, todos los colores del arco iris reinan en su ropa, yo creo que lo hace para despistar, para que cuando estés aturdido por todos los tonos de color de su camiseta te suelte un manotazo. No la tengo miedo, tan solo respeto, en cambio para ella soy su juguete favorito.
-¿Piensas ir?- Le pregunto indignada. 
Louis sabe todo el repertorio de insultos que me dice a las espaldas, todos nuestros encuentros y todo lo que yo siento por ella. Entiendo que es uno de los populares del barrio pero no quiero que vaya a esa fiesta, por mi.
-No se, tal vez... Va a ir todo el mundo, dicen que pueda ser de las fiestas del año, su madre la ha dado 3000 euros para organizarla, será como las típicas americanas... Pero sé que no te voy a convencer.
-Nadie lo haría. Sabes lo que me pasa con Amy, ir a su casa sería como tropezarse en la misma piedra una cuarta vez.
-Lo sé, pero yo no tengo nada en contra de Amy, excepto su ropa.
-Espero dos segundos... ¿no tienes nada en contra de Amy?
Mi mente parece sufrir un paro, porque todo lo que pudiera estar haciendo para solo para prestar atención a Louis. Se supone que soy su mejor amiga y aún así ¿no tiene nada en contra de Amy?
-No.- Dice seco, cortante como si no entendiera la situación, está claro que no la entiende.
-Louis esa chica me ha golpeado la cara más de una vez, me ha humillado, me bombardea a insultos y sabes que cuando estuvo por ti me amenazó para que fueras su novio, ¿y pese a todo eso no tienes nada en contra de Amy? Alucino.
Cruzo las piernas en el sofá y los brazos. No le miro, no me esperaba esta respuesta tampoco. Hoy me está sorprendiendo más de lo que me gustaría.
-Bueno, pero contra mí nunca hizo nada.- Le miro alucinada completamente.
-Ah claro, agreden a tu amiga pero no pasa nada, total a ti no te ha tocado. 
Siendo sincera, jamás podría haber imaginado que Louis actuara así, como si yo no le importara. Luego pienso en la de chicas que le rodean, todas deseando como perros hambrientos recibir alguna noticia o reacción de Louis hacia ellas, la mayoría soñando ser sus amigas y me creo que se haya cansado de mí, que tal vez lo nuestro solo fue un juego de niños, cosa del pasado, que puede que él tenga chicas mejores que adorar y es ahí cuando entiendo sus comentarios.
Parece que va a hablar pero no quiero que lo haga. Hoy ya no.
-Louis déjalo, vete. No es mi día, no quiero estropearlo más.
Se acerca a mi mejilla, a besarla, pero le esquivo. No quiero sus besos. Se encoje de hombros mientras se va hacia la puerta y la cierra.
Todos los hombres que hoy han pasado por esta casa han acabado saliendo por el mismo lugar por el que entraron, y no con una buen recuerdo. A lo mejor les espanto, pero ese ahora es el menor de mis problemas.
Me tumbo boca arriba en el sofá y suspiro, a lo mejor me he pasado con Louis. 


Me mira incrédula, hacía mucho que no me peleaba con Louis, contarselo la desorienta.
-Chloe, no te tortures, ha estado mal por su parte pero no creo que lo haya dicho para herirte, te quiere demasiado.
-Eso me susurró- pienso.
Miro al suelo, un poco avergonzada por lo que he hecho, y dándome fuerzas a mí misma para hablarlo con él.
-Mañana hablo con él Andy, te lo prometo.
Cuando levanto la cabeza veo que está con el móvil en la oreja, llamando a alguien.
-Gracias por tu atención.- La digo mientras finjo estar enfadada.
-Deja de hacer el tonto y cogélo, es Louis.
Me tira el teléfono y lo cojo antes de que se caiga, está comunicando.
-No, ni de coña, ahora no Andy.- La susurro.
-¿Sí?- Se oye a través del móvil.
-No puedo.- Digo tapando el micrófono. Andy me mira y me hace un gesto de súplica. Pongo los ojos en blanco y contesto.- ¿Louis?
-Sí, quiero hablar contigo.
-Yo también. Siento lo de antes, he tenido un mal día y supongo que no puedo involucrarte en mis relaciones, mis problemas son míos y...
-Tss! No te disculpes, la culpa ha sido mía. Me caiga bien o no Amy, sé lo que piensas de ella y se todo lo que te hecho y no puedo obligarte a entenderla a ella o a mí porque vaya a su fiesta.
-Supongo...
-Pero si quieres olvidarte de este mal día, te propongo ir mañana a desayunar juntos, yo elijo el restaurante.
-Oh vamos Louis, siempre eliges el mismo.- Dices sonriente.
-Lo sé, pero admite que te encanta desayunar ahí.
-La verdad es que sí.
-Pues ya está, mañana te paso a buscar sobre las ocho, ¿de acuerdo?
De pronto me fijo en Andy. Mierda Andy. Se queda a dormir conmigo, desayunaremos juntas, no puedo quedar con Louis.
-Lo siento Lou, esta noche se queda a dormir Chloe, no puedo desayunar contigo mañana.
-Ey no Chloe- Aparto el teléfono de mi oído y la miro- Yo por la mañana desaparezco, ve.
-¡Chicas!- Exclama Louis desde el otro lado de la línea.- Andy puede venir.
-No gracias Louis- Grita para que pueda escucharlo.- Disfrutar vosotros.
-Como digás, Chloe ¿a las ocho entonces?
-A las ocho. Buenas noches Lou.
-Pasarlo bien, buenas noches preciosa.
Cuelgo y tiro el móvil, lo oigo caer, no sé donde, pero no me importa. Miro a Andy, creo que se me escapa una pequeña sonrisa que me delata, ella se da cuenta.
-Te gusta Louis.- Dice sonriente
-¡No!- Exclamo más alto. 
-No era una pregunta, era una afirmación, te gusta Louis.
La miro con el ceño fruncido, no quiero que piense que me gusta mi mejor amigo.
-Oh vamos, no me mires así, es verdad. Cada vez que lo ves, sonríes, siempre estáis juntos, haciendo tonterías... 
-Andy no te hagas paranoias, él es así, idiota por excelencia y yo también.
-Lo que te digo, hechos el uno para el otro. Llevo mucho tiempo viéndoos, se os nota.
Me paralizo y la miro, mi cerebro intenta entender toda la información que me está dando en tan poco tiempo, ¿que yo y mi mejor amigos estamos hechos el uno para el otro? ¿Que se nos nota que estamos enamorado? No puede ser.
-Louis no puede fijarse en mí de esa manera.- La digo reforzando mi idea.
-¿Pero y tú? ¿Te fijas en él de esa manera?
De pronto mi cerebro parece explotar, esa pregunta a alterado la tranquilidad que antes ahí reinaba. Es verdad que llevo un tiempo que parezco congeniar mejor con Louis, pero hasta entonces solo creía que era normal, por el hecho de ser amigos, pero ahora que me paro a pensarlo no lo veo de esa forma.
Louis ha estado como siempre conmigo, y ahora me está apoyando mucho con lo del obstáculo, pero es verdad que últimamente cuando me abraza, cuando me toca, cuando me mira no siento lo mismo que antes. Pero no quiero pensar que me gusta mi mejor amigo.
-Andy odio tus preguntas.

Después de cenar nos tumbamos en el sofá a ver una película de miedo que están echando en la tele. A la media hora Andy se duerme pero yo no puedo parar de pensar en Louis y en la pregunta que me ha hecho antes Andy.
Analizo mis últimos momentos con él, la gente que nos conoce no sospecha, siempre somos así, la gente que no nos conoce piensa que estamos tonteando y la gente que nos conoce demasiado, en mi caso Andy, averigua lo que hasta hoy sentía pero no me había dado cuenta.
Se supone que me gusta, ¿pero por qué hasta ahora no me lo he planteado? Mi única respuesta: porque no quería averiguarlo. Saber que estoy colada por Louis sería ahora mismo un gran problema. 
Pero sin saber como me acabo durmiendo, tal vez porque me estaba volviendo demasiado loca, y no se de qué.


Fin del capítulo
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CAPÍTULO 3
"El dilema"


Me levanta un fuerte dolor de espalda, cuando consigo abrir los ojos veo que estoy tirada en el sofá al lado de Andy, nos dormimos viendo la película, bueno yo pensando. Miro el reloj, las siete y media.
-¡Ay madre! ANDY- La balanceo el brazo de un lado a otro hasta que parece resucitar de su profundo sueño- ANDY SON LAS SIETE Y MEDIA.
-¡Tu cita con Louis!
Me paro en seco. Cruzo los brazos y la miro seria, ella sonríe traviesa. 
-No es una cita, solo hemos quedado para desayunar.
-Bueno, bueno una cita.
Resoplo y pongo los ojos en blanco, no me apetece escuchar sus tonterías, estoy contenta.
Subo a mi habitación corriendo, en media hora llegará y me tengo que preparar. Andy corre detrás de mi, cuando llegamos a mi habitación abro de par en par las puertas del armario y examino a fondo hasta el último rincón.
-Ya lo tengo.- Exclama Andy mientras me saca un modelito. 
La admiro, a ella y a su afán por la moda. 
Miusic
-Madre mía, Chloe estás guapísima.
-Sabes que no me gusta que mientas.- Paso por el espejo de la entrada y me paro.
Retoco mi pelo, es castaño y se ondula en las puntas, a mi me gusta. Lo llevo suelto para que me quede mejor el gorro, es un regalo de Andy de hace unos meses.
-Lo que tú digas, toma el bolso.- Lo cojo y meto el móvil y las llaves.
-¿Y tú que vas a hacer Andy?- Digo mientras la miro, ella me sonríe aún con su pijama puesto.
-Pues me vestiré y me iré al instituto.
Llaman a la puerta, Louis. Sonrío como si fuera tonta, cuando me doy cuenta me obligo a quitar la sonrisa, pero no puedo.
Al abrir la puerta me doy cuenta que no soy la única que va preciosa hoy.
-Me gusta tu gorro.- Me dice, miro el suyo, es parecido al mío, y vuelvo a sonreír.
-Y a mí el tuyo. Srta. Panda.- Me hace reír.
-¿Bueno nos vamos preciosa?- Asiento y salgo a su lado.
Andy me desea suerte antes de que cierre la puerta. Comenzamos a caminar entre bromas sobre mi gorro, pero he de admitirlo, me gusta que me haga reír de esa forma y verle reír conmigo.
-Osito panda, hemos llegado.- Me dice señalando al restaurante que hay en la esquina.
-Uno, no me llames así zanahorio,- Reprimo una risa- y dos, que raro que me hayas traído aquí, ¿no?
-Uno,- empieza a imitarme, me río- no me llames así mi osita panda y dos, amas las tortitas de aquí, admítelo.
Me río levemente agachando la cabeza, me gusta que me ponga esos apodos, pero a la vez me estremecen. Sin darme cuenta, empiezo a notar unos dedos acariciando mi mano, es la suya. La cojo mientras tira de mí dentro del restaurante.
Una vez sentados pedimos, él unas tostadas y zumo y yo un café y mis tortitas con caramelo preferidas.
-Louis- No estoy segura de lo que voy a hacer.
-Dime.- Se le dibuja una perfecta sonrisa que amenaza con destruirme.
-No vayas a la fiesta de Amy, por favor. Por mí.- Me freno en seco, solo estoy diciendo estupideces. Louis es mayorcito, hará lo que quiera, y si es una de las mejores fiestas que pueden dar en el momento, no lo dudará ni dos segundos.- Perdón- Susurro- Olvida lo que he dicho.
Bajo la mirada, he vuelto a hacer el ridículo ante él. Parezco tonta.
-No tranquila- pone su mano en mi hombro y al instante dejo de sentirme tan avergonzada y ridícula- Entiendo que no te guste la idea que vaya, total solo será una fiesta más. Si no quieres, no iré.
Le vuelvo a mirar, un poco incrédula. 
-¿Lo dices en serio? Ha sido una estupidez lo que he dicho...- No me deja terminar.
-No que va, no me importa. No iré, en serio.- Mira a través de mi hombro y de pronto sus ojos empiezan a brillar y sonríe- Ahora... ¡¡Comamos!!
Detrás de mi aparece el camarero con nuestros desayunos.
El resto del desayuno transcurre casi igual que siempre, entre risas, tonterías y temas sin sentido.


En clase me quedo absorta en el vago recuerdo de Louis, de su despedida, de todo... 
A la salida Andy me acompaña a casa como siempre y vamos hablando. Pero a apenas dos calles de mi casa me pilla por completo.
-¿COMO?
-Oh vamos Chloe, no te me pongas así, es solo una fiesta.
No doy crédito a su proposición.
-Andy, cariño, tú quieres ir a esa fiesta para estar con Dave, pero no quieres aparecer allí sola y me quieres arrastrar.
-Chloe las razones dan igual- Intenta esquivarme con sus tonterías que me hacen sacar una risilla que delata mi postura inicial- El caso es que va a ser el fiestón del año, no te lo puedes perder.
-Me lo voy a perder, y vas a verlo.- Y sigo andando sin ella, aunque no tarda en alcanzarme.
-Venga tonti, ven. Te prometo estar a tu lado toda la fiesta, no te voy a dejar sola ni un segundo, y si viene la asquerosa de Amy y te hace alguna de las suyas la mato, la clavo un tacón en el ojos si hace falta.
-¿Insultas a la anfitriona? - Exclamo cambiando de tema intentado distraerla, pero sé que será imposible.
-Bah, la odio, pero yo a la fiesta no voy por ella. Voy porque... porque es una fiesta, no hay más explicaciones.
No entiendo esos pensamientos adolescentes que tienen la mayoría de la gente de mi edad, yo como soy rara mentalmente no les comprendo. Si odio a alguien jamás iría a su fiesta, pero hoy en día si hay música, alcohol, chicos y hormonas en el aire da igual que sea el asesino de tu madre el anfitrión, vas a la fiesta. Para mí eso es complicado de entender, por eso soy rara mentalmente.
-No te prometo nada. Hasta mañana.- La doy un beso en la mejilla y entro en mi casa.
Cuando estoy tirada en el sofá comiendo me doy cuenta de lo que he hecho. De negar rotundamente ir a la fiesta ahora estoy dudando. ¿Debo hacer como los demás y dejarme llevar o seguir siendo yo misma? ¿O puedo ser yo misma pero yendo a la fiesta de mi enemiga?
¿Y Louis? ¿Qué pasa con él? No puedo rogarle que no vaya a la mejor fiesta del momento y ir yo. Pero tampoco tengo claro que quiera ir. Dios, mi cabeza empieza a entrelazarse de pensamientos, opciones, y me empieza a volver loca, así que desconecto un segundo y me distraigo con la televisión, ya lo pensaré más tarde.


Fin del capítulo
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CAPÍTULO 4
"Noticias y una fiesta"
MARATÓN (1/4)

Cuando vuelvo a abrir los ojos mi cuerpo empieza a tiritar del frío, me he dejado la ventana abierta. Apago el despertador y me voy a la ducha. Me encanta ver como el vaho se impregna en la mampara y dibujo tonterías, mientras todas las demás gotas hacen carreras por mi piel. El agua caliente me quita el frío. Me enjabono el pelo y la piel, al salir de la ducha todo el vapor sale disparado e inunda mi baño.
Me visto, mientras mi pelo se seca. 
Y-o-U
Se me ondula todo el pelo, total no me queda tan mal, me lo dejo así. Bajo a la cocina, y veo correo debajo de la puerta. 
Facturas, facturas... una carta a mi nombre. De la asociación "Plan d". Oh dios mío, es de las mejores academias de danza que hay en Doncaster.
 Estuve apuntada en esa escuela desde los cinco años hasta que me diagnosticaron mi enfermedad, allí tenía amigos y casi familiares, eran mi familia de pega, pero lo tuve que dejar al nacer mi obstáculo, me di de baja, así que no entiendo que me llegue una carta ahora de ellos, solo me llegan chritsmas pero en navidad, no en septiembre.
Me voy a la cocina y mientras preparo el desayuno, la leo.

Estimada señorita Brown:
En honor al trigésimo aniversario de esta compañía de danza, sería para nosotros todo un honor invitarla a nuestra cena de gala que se celebrará el 24 de Septiembre en el hotel 'NH Princess Palace'. Se realizaran unas actuaciones clasificadas para el próximo festival internacional y habrá menciones de honor, está claro, todo acompañado de una maravillosa cena de lujo de la mano de los mejore chefs del hotel.
Máximo de un acompañante por invitación.
Sería un gusto verla de nuevo con nosotros.
Muchos besos, Gracie Alcántara (Directora jefe de la academia)

En el fondo del sobre se encuentran dos invitaciones. El papel se ondula ligeramente, me tiemblan las manos. Que vuelvan a acordarse de mí tras dos duros y lejanos años es una satisfacción demasiado grande, tanto que es como si notara como la sangre circula por todo mi cuerpo, como tengo ganas de saltar, gritar... Me inunda la felicidad desde la punta de los pies hasta la cabeza.
Aceptaré encantada- pienso.

-Sí claro que puedo ayudarte.- La veo sonreír, me encanta que lo haga, es preciosa aunque no lo crea.
-Gracias Stephanie.- La devuelvo la sonrisa y vuelvo a la charla de clase antes de que el profesor quiera matarme.
Stephanie es una compañera de clase desde hace tres años, desde entonces compartimos la mayoría de las clases. Es una marginada como yo, bueno prefiero calificarnos como poco populares o sociables. Es rubia, de ojos azules, con gafas siempre a juego con sus modelitos, viste normal, como yo es otra chica del montón, pero lo que la destaca es su sonrisa es preciosa, lo que pasa es que es muy tímida y pasa muy bien desapercibida.
Su madre tiene la mejor tienda de vestidos del barrio, necesito uno para la fiesta de la academia, seguro que ella puede ayudarme a encontrar el adecuado. Es muy buena con la moda, yo apostaría el cuello a que puede llegar a ser una gran diseñadora.
De pronto me llega una notita: "A las seis quedamos en la tienda"
"Allí estaré"- respondo. 

Cuando suena el timbre de final de clase, salgo junto a Andy.
-Tengo que contarte un noticion sis (diminutivo de sister). 
-Dime.
-¡Preciosas!
La voz procede de mi espalda, demasiado cerca para ser otras chicas. Me giro y veo a Louis apoyado en su coche.
-Anda, ¿que haces tú aquí?- Pregunto mientras nos acercamos a él.
-He venido a buscaros, os invito a comer fuera, tengo una buena noticia.
-Mira otro como Chloe- Responde Andy.
-¿Sí? Bueno lo hablamos allí, montaos.
-¿Andy tú no deberías pedir permiso?- Pregunto.
-Sí, luego llamo a mis padres.
Acepto y entro en el coche. Me siento donde el copiloto y Andy en la parte trasera. Louis, está claro, conduce. No sé exactamente a donde vamos, pero no me importa, cuanto menos tiempo pase en mi casa mejor.
-Louis, dentro de unos meses te sustituiré, estoy ya yendo a clases para sacarme el carnet.-  Se burla Andy.
-¿En serio? Bueno, hasta que no tengas tu coche os llevaré yo.
-No, puedo conducir yo el tuyo.
-Jajaja que te lo crees tú.
-Oh vamos Louis, me lo tendrás que prestar...
Mientras ellos siguen discutiendo mi cabeza desconecta y se mete a su mundo de fantasía. No sé por qué de repente empiezo a pensar en la fiesta del sábado, veo a Louis sonriendo, burlandose con Andy, merece ir a la fiesta.
Llegamos al restaurante, bueno, de restaurante tiene poco, es un McDonald´s.
-Louis, cariño, ¿no tienes paga?- Bromeo mientras salgo del coche.
-Ja ja y ja. No es eso, es que tenía ganas de grasa, y como soy yo el que pago, yo elijo.- Me dice mientras me revolotea el pelo, sabe que lo odio.
-Louis, yo te mato.- Y empiezo a correr tras de él por el parking.
Las sandalias no ayudan mucho, pero cuando lo tengo delante, me subo a su espalda mientras él no para de reír. Me agarro a su cuello y ya tan solo se limita a andar y dirigirse a la entrada del local.
-¡Tortolitos! Esperadme.- Grita Andy por detrás de nosotros.
Me empiezan a sudar las manos y me pongo nerviosa cuando dice eso. ¿Por qué lo dice?
-Deja de decir estupideces y mueve el culo Andy.- La grito.
-Déjala, a mi no me molesta que diga eso.
Sigo a su espalda, y noto como sus brazos, fuertes como las rocas, me sujetan. Tengo mi pecho pegado al suyo, pequeños detalles de los que antes no me había dado cuenta y que ahora me incomodan. Somos amigos, lo sé, y puedo repetirmelo mil veces, pero estás cosas me descolocan además Louis siempre tiene esos momentos tan inoportunos que me pilla en banda con sus comentarios. 
Andy se coloca a nuestro lado y yo me bajo de su espalda. Estoy entre medias de los dos, pero bajo la cabeza, no quiero que me vean con las mejillas tan rojas como el vestido de Andy.
Mientras ella entra en el local, noto como un brazo rodea mis hombros, y unos labios se acercan a mis oídos.
-Me encanta verte ruborizada, estás preciosa, no te escondas.- Me susurra su dulce voz. 
Noto correr electricidad por mis venas, tanto que el siguiente paso que doy parezco querer romper el suelo que hay a mis pies.


Fin del capítulo

CAPÍTULO 5
"Noticias y una fiesta"
MARATÓN (2/4)


Miro la hamburguesa, me está gritando que me la coma, la agarro y la empiezo a acercar lentamente a mi boca, poco a poco, cada vez más cerca hasta que...
-Chloe podías haberme esperado glotona.- Me grita Andy que se acerca con su bandeja a la mesa y se sienta a mi lado.
Louis se ríe, normal se me ha caído la hamburguesa del susto. 
-Bueno, empezar con las noticias.- Dice, quién por cierto, está engullendo todas sus patatas fritas.
-Empiezo yo- dice Louis- sabéis cual es mi pasión...
-Cantar.- Decimos las dos con nuestra comida aún en la boca.
-Y ¿cuál es el mejor programa de canto en Reino Unido?
-The X Factor- Repetimos.
-Que guarras sois chicas.
-Louis, si quieres dejar de ver nuestra comida en la boca termina de contar tú solito la noticia anda.
-Vale, bueno como iba diciendo, mi pasión es cantar y si no lo sabéis 'The X Factor' hace audiciones dentro de dos semanas en Londres y voy a presentarme.
Todo el refresco que había en la boca de Andy sale disparado y mi patata cae estrepitosamente de mi mandíbula.
-¿Qué te vas a presentar a 'TXF'? ¿En serio?- Dice Andy.
Louis tiene veintiún años, es maduro y independiente para hacerlo, ninguna lo dudamos. Pero como bien sabemos ambas que Louis se presente a unas audiciones tan importantes, es un gran paso. Desde que yo tengo uso de razón él ha estado pegado a los micrófonos y a los escenarios, siempre está cantando y no es a la primera audición que se presenta, ha participado en musicales del instituto, del barrio e incluso a participado en la performance navideña del centro comercial de la ciudad. Pero nunca se ha atrevido a dar un gran paso como es este, por eso estamos tan alucinadas.
-Pero que bien Louis, estoy muy orgullosa de ti.- La digo.
-Sí, felicidades.
-Muchas gracias chicas.- Se rasca la parte trasera de la cabeza bajando la mirada.
-Bueno, ¿y que era lo tuyo Chloe?
-Pues.. ¿os acordáis de mi academia de baile "Plan d"?- Ambos asienten- Bueno me han enviado una carta a causa del trigésimo aniversario de la escuela, van a hacer una cena de gala con los mejores profesores que ha habido, alumnos y demás y me han invitado. Después de estar dos años incomunicada con ellos, me invitan. Increíble.
-¿En serio? Eso es genial Chloe.- Me abraza Andy.
-Sí, madre mía, si te lo envían es por algo.- Dice Louis guiñándome el ojo. Les sonrío.
-Bueno, me han dado dos invitaciones, una para mí, obvio, y otra para un acompañante.
-¡Louis!- Grita Andy, le ha dado conmigo y con él.
-¿¡Yo!?- Exclama Louis que se había asustado tanto que su patata vuela hasta la hamburguesa de Andy, estaba a sus cosas.
-Sí, tú eres Louis cariño.- Le acaricia el pelo como gesto de consolación, yo me limito a sonreír.
-No hace falta...- Digo algo más bajo que mi tono habitual.
-Oh, no que va. Quiero ir contigo a esa cena, tú y yo vestidos de gala mientras todos los demás cuchichean a nuestras espaldas lo guapos que vamos.
-Jajaja, es buen plan pero no creo que puedas ir.
-¿Por qué no?- Pone una mueca triste.
-Por qué es el 24 de este mes, estamos a dos, si te vas a Londres a audicionar a 'TXF' no puedes acompañarme.
Me mira dudoso, parece que le acabo de cortar todas las salidas posibles. 
-Me da igual, me escapo si hace falta, yo quiero ir contigo.
Vuelvo a notar subir calor a mis mejillas, me arden, bajo la mirada y suelto una sonrisa tonta. No sé por qué lo hago, pero me sale sola.
De repente alguien me pisa el pie, es Louis. Levanto la mirada y me topo con la suya, dos ojos grandes verde azulados que brillan como la luna, y esa sonrisa que es tan imperfectamente perfecta.
-Mira el móvil.
Lo saco del bolso y veo un mensaje, lo abro.
"No te escondas, estás preciosa sonrojada"

Fin del capítulo

CAPÍTULO 6
"Noticias y una fiesta"
Maratón (3/4)


Es la hora, debería salir ya de casa y ir buscar a Andy, pero la serie está en su capítulo más interesante.
Louis y Andy aceptaron a acompañarme a la tienda de la madre de Stephanie para elegir mi vestido para la cena de la academia. Además Louis insistió mucho en ir ya que quería mirarse un traje para acompañarme a la gala, no entiendo sus ganas de ir conmigo, solo será una cena, pero no le pongo pegas.
Intento coger el mando y apagar la tele, me cuesta pero lo consigo, me veré el capítulo por Internet.
Son las cinco y media y su casa está a tres calles, si corro un poco llego a tiempo de ahorrarme una bronca.

-Hola preciosa.- Me besa la frente.- Vámonos a por tu vestido.
-¡Vamos!
Vamos hacia la tienda hablando de temas absurdos, cuando llegamos Louis está en la puerta esperándonos.
-Hola chicas, ¿entramos?
-Sí.- Grito casi, estoy bastante contenta, me encanta probarme vestidos, me siento como esa pequeña princesa que llevo dentro, mi alma infantil y cursi que tengo bien escondida bajo llave. 
La tienda es más grande de lo que me esperaba, en el mostrador están Stephanie y la que supongo que será su madre.
-Hola queridas, ¿puedo ayudarlas?- La mujer no tendrá más de cincuenta años, es bastante joven para tener una hija de la edad de Stephanie. Lleva unos vaqueros y un polo con el logotipo de la tienda, es rubia como su hija pero en cambio no tiene gafas, reluce mejor esos ojos azules.
-Son las amigas de las que te hablé mamá. Charlotte, Andrew, y Louis.
-Llámame Andy, y a ella Chloe, por favor.
-Encantada, ¿en qué puedo ayudaros?
-Venimos buscando un vestido para la princesa.- Y Louis me señala, yo me río y tomo las riendas de la conversación antes de que pueda decir otra estupidez.
-Es que tengo una cena importante a la que voy a ir, tengo que ir bastante elegante y supuse que aquí encontraría algo.
-Pues claro, esta es la casa de los vestidos. Vente conmigo.- El local se llama "Dresses House".
Su juego de palabras no me hace reír, pero me va a hacer descuento, así que fuerzo una sonrisa que a mis amigos no parece convencer. 
Empiezo a mirar todos los vestidos que me enseña, estoy abierta a todas las ideas, tanto largos como cortos, de tubo o con vuelo, de gasa o algodón, me da igual, quiero verlos y probármelos todos.
Cojo unos cuantos y me voy a los probadores.
-Me voy a mirar yo trajes también mientras tú te los pruebas.- Dice Louis y acto seguido me besa la mejilla para salir en busca de un smoking. Suelto una leve sonrisa y me meto en el probador mientras Andy me esperaba fuera sentada en el sillón.
Me empiezo a quitar todas las prendas que esconden mi cuerpo, mirarmelo en el espejo y ver como siguen esos músculos creados tras horas de ensayos, pruebas y caidas al suelo por haberte tropezado con tus pies. Como un simple movimiento, una canción, puede crear algo tan bello como la danza, a mí me sigue fascinando cada día más.
Me pruebo uno a uno todos los vestidos, me encantan todos...
VESTIDOS CORTOS DE FIESTA PARA JOVENCITAS : MODA JUVENIL - DISEÑO DE ...
(Imaginaros que es Chloe o quitarle la cabeza a las modelos y fijaros en los vestidos)
Me gustaban todos era incapaz de decidirme por ninguno.
-Chloe estás preciosa con todos, no puedo elegir.- Me dice Andy apoyada en sus manos, está seria concentrada, pero sé que no la saldrá ninguna respuesta.
-Yo tampoco me decanto por ninguno, todos te van.
-Louis no me ayudas.
-Lo siento pequeña.
-Mira, voy a hacer una cosa, no lo tengo muy claro así que me voy a dejar llevar por el destino, por decirlo de alguna manera, y voy a coger el primero que vea y no os lo voy a enseñar hasta el día de la cena, ¿vale?
-Vale- Vitorean ambos.
Me río y vuelvo a meterme en el probador. Mientras me desabrocho el último vestido miro uno colgado en el probador que aún no me he probado, es negro, de fiesta de noche.
-Chloe nos vamos a la cafetería de enfrente, te esperamos allí.- Grita Andy.
-Vale.
Es precioso. Entonces pienso en la fiesta del sábado, quiero ir. No sé por qué pero quiero ir y ese vestido es perfecto para esa noche. No debo ir pero quiero, así que mientras cojo el vestido elegido por el destino cojo ese vestido negro que parece llamarme a gritos silenciosos, no entiendo por que lo hago pero al pagar compro los dos.
El resto de la tarde se desarrolla con normalidad, como siempre, pero al llegar a casa invito a Andy a cenar una lujosa y majestuosa cena de... PIZZA CONGELADA.
-Andy déjame ese último trozo de barb... Lo he dicho tarde jajaja.
-Jajaja la próxima vez en vez de pedirlo lo coges.- Dice con mi trozo de pizza en su boca.
-Andy... estoy pensando planes malvados.
-Uuuuy! Aquí viene la mejor parte de mi amiga. ¡Confiesa!- Me dice con una sonrisa más grande que la pizza que nos hemos comido y con los ojos apunto de salirse de sus órbitas.
-Quiero ir a la fiesta de Amy, y me he comprado un vestido para esa noche...- Me escondo en mis manos avergonzada.
-¿Y eso es malo?- Dice con un tono insatisfecho- Creía que ibas a decirme algo peor, pero querer ir a una fiesta... Puff... Entonces, ¡vienes conmigo!
-Ya lo sé pero para mí es malo, le suplique a Louis que no fuera y ahora quiero ir yo, no puedo presentarme y decirle "Oye que sí, que vayas, que soy una chica muy caprichosa y ahora quiero ir yo a la fiesta y te dejo ir, ¿vale?". No puedo.
-Bueno, pues si quieres hacer algo malo, ve sin decirle nada.
-¿PERO QUÉ DICES LOCA?
-Anda, no es para tanto, son lo que se dice mentiras piadosas.
-No puedo hacerle eso, es mi mejor amigo.
-"No puedo... No puedo"- Dice imitándome- Eres adolescente, tienes diecisiete años tía, si no haces estás pequeñas locuras ahora no las harás nunca, es una fiesta será divertido, además ya te has comprado el vestido, no puedes echarte atrás. Ah, ¡enséñamelo!
-¡No! Te lo enseño en la fiesta.
-¿Eso es que irás?- Me pregunta energética, parece una niña. Hago una breve pausa y suspiro.
-Supongo que "no puedo" negarme.
-Jajajaja ¡bien!
Y se lanza hacia mi abrazándome, provocándome que me atragante con mi trozo de pizza. 

Fin del capítulo

CAPÍTULO 7
"Noticias y una fiesta"
MARATÓN (4/4) FINAL


La semana ha pasado muy normal, primeros exámenes, trabajos... etc. Ya es sábado, faltan   dos horas para la fiesta y tengo como un agujero dentro de mí, grande y oscuro, podría calificarlo como culpabilidad. Llevo media hora marcando el número de Louis para contarle todo, pero luego me arrepiento pienso en las palabras de Andy, soy jóven es una pequeña locura, debo hacerla y tal vez luego me sienta mejor, pero después sale mi 'yo' interior, esa niña buena que disfrutaba el otro día probándose vestidos de princesa y me dice que lo llame y que le cuente toda la verdad. Por estas tonterías ya he perdido media hora, debo tomar una decisión.
Iré a la fiesta.
Me acerco al baño y me doy una ducha. La culpabilidad aumenta cada segundo que pasa, no creo que llegue viva a la casa de Amy. Al salir miro la ropa, me encanta.  Algo positivo de momento.
Sin título #48
Me voy vistiendo y al terminar me miro al espejo, con maquillaje ya puesto. No parezco la auténtica Chloe, está es una chica diferente, parece una más y yo nunca he sido una más, suelo destacar aunque no sea en positivo, hoy parezco haberme echado una capa de falsedad que oculta mi verdadero ser, pero me da igual. Hoy quiero pasármelo bien, olvidarme de todo, charlar con los demás y por una noche creerme una más de ellos, otra niña de fábrica.
Meto en el bolso el móvil, llaves, maquillaje de repuesto, y dinero por si acaso. Cuando llaman al timbre bajo corriendo las escaleras mientras rezo que los tacones no me jueguen una mala pasada. Es Andy.
-¿Nos va... *silbido* Madre mía Chloe, si es que eres Chloe, ¿cómo puedes estar tan perfecta?- Veis, me he convertido en una chica más manipulada por esta sociedad en la que es más importante unos buenos tacones que el sentido común.
-No seas idiota solo es un traje y unos tacones. Además tú tampoco te quedas atrás eh.

Andy
-Pero no es lo mismo, la gente está acostumbrada a verme así, pero tú... solo mírate, estás espléndida.
-Anda, tira.
Comenzamos a andar mientras ella habla de mi vestido, del suyo, y de la fiesta mientras yo solo pienso en por qué no me puse bailarinas, estos tacones me están matando.
A la vuelta de la esquina de la casa de Amy empiezo a escuchar la música, tan alta como me esperaba, los gritos, la gente que se va congregando en las aceras vestidos para la ocasión, el sonido de los tacones... pero, me está mirando todo el mundo que va hacia la fiesta. Me registran con la mirada, de arriba a abajo, no se si por mi apariencia, en vez de Converse llevo tacones, en vez de vaqueros un vestido de la última colección o por estar en esta fiesta, no es propio de mí, sea por lo que sea no me gusta que me miren así.
Damos la vuelta a la esquina y veo la casa, es parecida a la mía en las dimensiones, parece más americana que inglesa, en los jardines ya hay gente bailando, moviéndose de un lado a otro con grandes vasos de whisky y otros licores, al ver todo este público empiezo a tener miedo, no es mi ambiente. Me empiezan a temblar las piernas y mis tacones amenazan con tirarme al suelo, me agarro del brazo de Andy que ya empieza a saludar a gente.
-No me sueltes, me estoy mareando.- La susurro.
-Oh, venga, no me seas cría disfruta de todo esto.- Y me señala toda la fiesta, a ella la gustará a mí me da miedo.
Entramos dentro de la casa, la música me golpea de repente, nos abre la puerta Amy. Agarro más fuerte el brazo de Andy, pero ella la saluda tan tranquila. La veo acercarse, y me quedo de piedra cuando me da dos besos.
-Hombre Chloe, pero que guapa vas. Pasad, adelante, en la cocina hay bebida, a la izquierda- Nos lo señala- Pasarlo bien.- Nos dice Amy.
No doy crédito a como está actuando, en clase me humilla y en una fiesta, ¿me da dos beso y me regala una sonrisa? 
-No tomes whisky, debe estar envenenado.-La susurro a Andy que no me ha soltado en ningún momento. Se ríe y me lleva a la cocina. La música me hace vibrar todos mis órganos.
-Vamos a tomar algo, quiero "envenenarme"- Me dice.
Dentro de la casa huele mucho a alcohol y a hormonas. Todos están con todos, hablando, bailando, las chicas con sus mejores galas, pero todos a mis lados me miran, yo sigo andando con la cabeza bien alta algo que mi madre me decía mucho de pequeña "Digan lo que digan, tú la cabeza bien alta, presume de lo que te critican". 
Me sirvo un vaso de refresco.
-No seas infantil, tú puedes con algo más fuerte.- Me dice Byron, chico de último curso, es el guapo y popular del instituto, no entiendo que hace hablándome. 
-No creo que mis tacones me ayuden si cojo algo más fuerte.
-Bueno, tú tómate esto- Me pasa un vaso del primer licor que ha pillado- y si tienes dificultades me llamas.- Me guiña un ojo y se mezcla con la masa de gente.
Me intento convencer que esto es normal, que pasa en todas las fiestas, aunque para mí que todo el mundo esté tan agradable conmigo es sumamente extraño.
-Vamos al salón, están Chris, Michael, Lucy, Adam y Evelyn.- Me dice Andy mientras me agarra de la mano y me saca de la cocina.
 Le pego un buen trago al licor, que creo que es un JB, será una noche larga. Noto como me arde, me baja desde la garganta hasta el estómago. Me quema todo por dentro, aunque me gusta la sensación.
-Hola chicas. *silbido* Chloe tiene como misión esta noche ligarse a todos los tíos de la fiesta.- Me vuelvo a sonrojar, no estoy acostumbrada a esa clase de comentarios, lo que hace un vestido.
-¿A qué sí? Llevo toda la noche diciéndoselo, pero no se creé que esté guapísima.
-No lo estoy, todas estamos igual.
-No que va Chloe, tú destacas con diferencia.- Dice Evelyn sonriente.
-Sí, estás despampanante.- Y mientras lo dice, Michael, me rodea los hombros con un brazo. Me río, esta batalla está perdida, por más que diga no creo convencerlos de lo contrario.
Empiezan una nueva conversación, de temas variados, yo solo me limito a escuchar, asentir de vez en cuando, y disfrutar de mi vaso de JB. Miro al alrededor, por todas partes hay gente, salen incluso por las ventanas. Michael no aparta su brazo, pero tampoco me importa, me siento a gusto. Es alto, más que yo está claro, castaño, con ojos grises, me encantan, es popular en su medida y buen amigo de Andy. 
-¿Te gusta la fiesta?- Me dice Michael con voz temblorosa, dentro de un par de vasos más perderá el sentido.
-Sí, mucho.- Mira sobre mi hombro- ¿A quién miras?
-A Sandra, mírala está preciosa, aunque tú mucho más.- Me susurra casi. Me cuesta oírlo con la música, está muy alta. Me giro y veo un grupo de gente. Sandra supongo que será la rubia, es la única del grupo de tíos que forman ese pequeño círculo. Un chica la está abrazando y la susurra cosas al oído, me suena mucho. Levanta los ojos, verdes azulados, sonrisa imperfectamente perfecta, mierda, es Louis. ¿LOUIS? ¿Qué hace Louis aquí? Me prometió que no vendría.
-Está con ese mierdas, está colada por ese tío. Y está claro que no puedo competir contra él.
Ya no hago caso a las palabras de Michael, solo me fijo en él, en esa sonrisa estúpida que se le ha creado por la chica rubia, Sandra. Miro a Andy, sigue mi mirada y le ve. Me coge del brazo y me saca del grupo.
-Ahora venimos chicos.
Salimos al jardín de atrás, donde está la piscina. Toda esta gente me está comiendo el aire, me oprime el vestido, me falta el aire, siento el peso de mil coches sobre mí. Aire. Necesito aire.
-Siéntate.-Me siento en una de las hamacas libres, ella se pone de cuclillas delante mía- Respira. Bebe.- Tomo un sorbo y me termino de golpe el vaso.- Dios Chloe, bebe tranquila, nadie te va a quitar el vaso.
-Le mato. Me prometió que no vendría Andy, y estaba con esa idiota de Sandra.
-Pero que más te da con quién esté, si a ti no te gusta.
Creo que el alcohol me va a jugar una mala pasada.
-Joder sí que me gusta. Me encanta, le adoro. Pero es mi mejor amigo y no quiero enamorarme de él y menos decírselo, porque prefiero que esté a mi lado siendo amigos a no volver a tener relación con él. Y esa idiota de Sandra le estaba abrazando y puff... necesito otro vaso.
-Vale, voy a por uno.- Se levanta y se gira, pero se topa con.. ¿¡LOUIS!?- Uy, ¿qué haces tú aquí? Vete.- Se pone seria. A mi me oprime el pecho, quiero arrancarme el vestido con mis manos, me falta el aire. Se me nubla la vista, no quiero llorar aquí.
Hay una lágrima que amenaza con salir.
-No, déjame quiero hablar con ella.
-Pero yo no quiero.
-¿Soy su amigo, no? Pues no voy a permitir que llore y que esté así por un idiota, por mí.- Dice gritando.
Parece haber encontrado la llave secreta que abre la fortaleza que estaba creando Andy, porque esta se hace a un lado y Louis se acerca a mí. 
-Voy a por tu vaso preciosa, si me necesitas grita.- Me lanza un beso y se va, lo que no entiende es que no tengo voz ni para hablar.
Louis se sienta a mi lado en la hamaca, las piernas me vuelven a temblar, su presencia me hace sentir débil, impotente, pequeñita, me separo de él un poco.
-Lo siento, no debí mentirte, soy un idiota, pero por lo que más quieras no llores, me estás matando.- Me acaricia la parte de la espalda que está desnuda, me pone la carne de gallina.
-No digas "Lo siento", yo también te he mentido y he venido a la fiesta, estamos igualados.
-¿Entonces lloras por lo que estaba haciendo con Sandra?
Mis músculos se tensan y mis dedos tiemblan como la gelatina.
-¿Me has escuchado?
-Sí, perdón. Quiero hablar de esto, que sientas eso por mí...
Diviso a Andy a lo lejos con un vaso a cada mano, no quiero escuchar las palabras que van a salir de sus labios, no quiero que todas nuestra amistad se rompa ahora y aquí. Siento dejarle así, pero me levanto y corro hacia Andy. No puedo con esta situación.
Ella solo me mira y me ofrece un vaso que acepto.
-Déjale, tú puedes llegar a triunfar hoy más que él.- Y tan solo me bebo el vaso, de nuevo, de golpe. Me quema la garganta y mi estómago está ardiendo, pero me da igual, rompo a carcajadas con Andy.
Por una vez en mi vida disfruto de está música electrónica, del volumen más alto que los rascacielos, de vasos de plásticos llenos de alcohol que nunca acaban y de amigos que nunca había tenido. Por una vez en mi vida disfruto de una fiesta.
Dos horas más tarde ya no soy comandante de mi control, lo perdí hace tres vasos de whisky, me muevo sola, haciendo el subnormal, pero me da igual. He besado a varios chicos, y no me importa. Mi vista es borrosa, no distingo a la perfección a toda la gente, pero noto que aún la fiesta no ha terminado, todos estamos con ganas de más, me incluyo.
Estoy en la pista dándolo todo cuando noto unos dedos, largos y finos rodeándome desde atrás, un pecho en mi espalda y unos labios besando mi cuello, en otra ocasión me hubiera girado y le hubiera dado una paliza, ahora solo me dejo llevar. Sube hasta mis oídos y me susurra.
-Estás despampanante.- Esa voz es temblorosa pero me es familiar, es Louis. Supongo que estos besos son provocados por el alcohol, me ilusionaré de forma tonta, pero me da igual mañana no creo que me acuerde de nada, volveré a mi vida normal.
Me coge de la cintura y tira de mí fuera de la pista, sólo me dejo llevar. Me dejo llevar.
Subimos las escaleras lo mejor que podemos y llegamos a la primera habitación que encontramos. Es grande y azul, parece de sus padres. Tengo el poco sentido común como para saber que mi virginidad no la perderé aquí. Se sienta en la cama, yo a su lado. No aquí.
-Te quiero.- Me suelta de repente, sus manos empiezan a acariciar mi cuello, se acerca poco a poco.- Y llevo queriéndote desde hace años.- Me empieza a besar la mejilla, lentamente.- Pero no quise decirte nada, por no perderte. Porque te conozco, y sabía que yo no era tu tipo.- Continua su ruta.- Pero lo que no sabía, es que no pensabas como yo creía.- Pese que sus besos son muy tentadores, me obligo a pararle.
-Espera, me estás diciendo que...
-Que quiero que la próxima fiesta me beses solo a mí.
Y se acerca lentamente, lentamente, acariciando con ambas manos mis mejillas, hasta que noto sus cálidos labios besando los míos, su aliento alcoholizado se une con el mío y la pequeña cantidad de control que me quedaba se pierde en este beso, el mejor de la noche.

Fin del capítulo

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Hola chicos!
Con esta entrega terminamos la maratón "NOTICIAS Y UNA FIESTA". ¿Os esperabais que pasara esto? ¿Que Chloe se comportará así? ¿Os ha gustado el maratón? ¿Queréis que haga más? Comentadme por favor, quiero saberlo todo:)

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